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viernes, 28 de julio de 2017

OSHO - Julio 2017 -



Soy Osho, y estoy muy contento de estar entre vosotros...

…Silencio…


Acojo a cada uno de vosotros en el silencio de mi Corazón y en la danza de la Eternidad.

Oh! no he venido a dar grandes discursos. He venido a hablaros muy concretamente y prácticamente de algunos elementos que han sido comunicados desde numerosos meses, pero adaptados más específicamente al período que se vive sobre la tierra.

El mismo Arcángel Anael además, empezaré desde ahí, os ha hablado; de aceptar y de aceptación. Diría que, la aceptación es la consecuencia lógica del Aquí y el Ahora, porque cuando estáis en el Aquí y el Ahora, no dependéis de nada, ni de un pasado, ni de un razonamiento, ni de una emoción, ni de una reacción, ni de una anticipación.

La aceptación es el Aquí y el Ahora, y desemboca por supuesto en el Amor incondicional, incluso en el seno de la persona. No hay más ningún espacio para la exclusión en el Aquí y Ahora y en la aceptación. Es así como la transparencia puede manifestarse más, vivirse y obrar en vosotros.

En general; la aceptación sobreviene cuando comprendéis los pormenores y los entresijos de cualquier situación que sea. La aceptación que ha evocado el Arcángel Anaël, y que voy a poner en práctica para vosotros; es que todo lo que se presenta en la pantalla de vuestra conciencia, no siendo la Verdad, estando invertido, falsificado, modificado, amputado y falsificado, no hay entonces ninguna razón de hacerle caso ¿verdad?

Cuidar de su cuerpo, sí, cuidar vuestra salud, sí, cuidar de sus allegados, sí, pero el proceso de la aceptación, en el Aquí y el Ahora, cuando el Corazón está presente, todo es vivido con la misma intensidad y la misma dicha. Es justamente el rechazo o la adhesión, lo que os detiene y os bloquea. Necesitáis efectivamente ser móviles, y ahí, hablo de vuestra conciencia. Esta movilidad se hace en el silencio y en la inmovilidad del cuerpo, es la danza del Espíritu.

Entonces habéis empleado algunas palabras y conceptos, hoy hay que vivir-los plenamente. Experiméntenlo. Prueben, frente a algo que os confunde, y al que os oponéis y rechazáis; de aceptarlo, aunque eso le parezca intolerable a vuestra persona. Sobre todo cuando es intolerable, y sobre todo, diría yo, en vuestro circulo cotidiano. Nosotros no estamos aquí en conceptos, ni estamos aquí en ideas, ni en pensamientos, pero estamos en la realidad de vuestra vivencia.

Si queréis ser ligeros, si no queréis estar afectados por alguna resistencia, si no queréis ver ocultarse vuestros sentidos o manifestarse de manera importante vuestras venas, vuestros corazones, vuestros cerebros, entonces hay que ser ligeros. La ligereza, la disponibilidad, resultan de un emplazamiento de la conciencia, eso lo sabéis. Si habéis suficientemente renunciado, si incluso habéis visto una parcela de la ilusión, si habéis seguido todos los procesos que habían a vivir, incluso sin vivir-los, simplemente escuchándolos, leyéndolos, aunque no hayáis vivido nada hasta hoy, os digo: dichosos los simples de espíritu y los simples en energía y en vibración.

Sois hoy en día los más cercanos a la Verdad. Os basta con asentir, os basta ante cualquier acontecimiento que ocurra en vuestra vida, de permanecer en la inmovilidad y el silencio, a fin de que vuestra conciencia dance con evidencia la danza de la Vida y siga todos los movimientos permaneciendo inmóvil.

 Recordad que en el seno de la Ilusión ¿qué queréis defender? ¿Qué queréis demostrar en el seno de la Ilusión? Por supuesto, hay unas reglas, que están ligadas a la vida en sí, a la organización de la vida. Ésta, la veis como falsa, falsificada, alterada, no tiene ningún valor. Lo que tiene un valor ahí, es la Vida, no vuestra vida sino la propia Vida. Entonces en alguna parte, se os pide ser la Vida en lugar de ser vuestra vida. Por supuesto, a nivel de vuestra persona, es intolerable, es incluso una tortura. Vuestras mismas costumbres, como fue explicado, son un inconveniente mayor a la Libertad interior, cualesquiera que sean las costumbres. Que sean costumbres espirituales, como las costumbres meramente rutinarias. Rompedlas. Seguid la evidencia, la facilidad, lo que os parece más ligero y no lo que queréis. Para eso, por supuesto, no hay a proyectar nada, ni a anticipar ningún resultado que sea. Hay efectivamente a situarse en totalidad aquí, en el Corazón, en el instante presente, en la aceptación, en el Aquí y Ahora.

Y eso es válido, no solamente como precepto espiritual, pero sobre todo hoy, a través de las tres sendas que se ofrecen a vosotros. Evidentemente, hay una senda que es más agradable, que es la vía de la Dicha, hay una senda que es muy angustiosa, sobre todo ahora, que es la vía del sufrimiento, y hay una senda muy desconcertante, que es la vía de los velos, que así lo han llamado, es decir cuando los sentidos dejan de ser funcionales. Os incumbe de elegir, por así decirlo, pero la única y verdadera elección posible, en definitiva, puesto que dos de las sendas; sólo son la traducción de vuestro no-emplazamiento en la aceptación… y no aceptáis. En el seno de vuestro personaje y de la historia que vivís, no aceptáis a vuestro marido, esposa, situación, final del mundo. No aceptáis que el final del mundo no haya tenido lugar aún o que se celebre. No aceptáis vuestro destino, vuestra salud.

Os tenéis que aceptar. Porque en cuanto os aceptáis hoy, no lo hubiera dicho en vida, si aceptáis, demostráis con ello que dejáis todo el espacio a la Luz y a nada más. Os volvéis ligeros, os aligeráis, ya no estáis encadenados a vuestras costumbres, y que sin embargo os parecían tan fundamentales para mantener vuestra salud, vuestra homeostasis, vuestra regularidad. ¿Pero quién ha dicho que el Amor debía ser regular?

El Amor, es estar vivo, es aceptar – sin ninguna condición – todo lo que se presenta. Atañe a la persona. Pero si actuáis en el seno de la persona ¿cómo queréis ver que no sois la persona? Entonces rompan todos los ritmos, todas las costumbres, prueben-lo. Obedezcan, no a las reglas, a las leyes que os habéis fijado y que están ahí, que ya ni siquiera veis, vuestros automatismos, creo que eso fue llamado así. Aceptad lo nuevo, aceptad lo imprevisto, lo imprevisible, lo inesperado, y veréis que ocurre. Olvidarnos incluso a nosotros, los Ancianos, los viejos gruñones, a los Arcángeles, olvidadlo todo. Sed nuevos y vírgenes de todo. Que vuestro momento del instante presente no esté coloreado por ningún otro momento.

«Aceptar», es realmente una gran palabra que os ha dicho el Arcángel Anaël. Porque aunque el Abandono a la Luz era difícil de explicar, tanto la aceptación no presta a ninguna discusión. Aceptar no quiere decir dejarse pisotear. Aceptar quiere decir ser verdadero, y es decir y ver por la experiencia que cuando aceptáis, incluso lo que os parece desagradable e imposible se resolverá, no por vuestra voluntad sino por la misma Luz. ¿Confiás en la Luz que sois y en la Luz que está aquí, o confiáis en este mundo? ¿Confiáis en vuestra vida o confiáis en la Vida? ¿Veis las diferencias? Vívanlas. No os preocupéis de nada más que de este instante presente. Olviden el final de los tiempos, olviden las elecciones, olvidadlo todo. Olvidar no quiere decir no ver, olvidar no quiere decir estar enganchado a lo que se celebra. Permanezcan en la inmovilidad y el silencio del Corazón, ahí donde la Vida danza, ahí donde sois la Vida y donde no sois vuestra vida.

Entonces por supuesto, si no conocéis y no vivís el Corazón ¿qué es la Vida para vosotros, si no es vuestra vida? Pero estar Vivo, no es vuestra vida. Estar Vivo, es celebrar la Vida, y no la vuestra, con sus inconvenientes y sus ventajas. Es no estar identificado a cualquier historia que sea. Es estar disponible para el Amor, disponible en el instante, disponible en cada instante y tener la total confianza en la Luz. Porque mostráis así que realmente pasáis en el sacrificio consciente y lúcido, no de vuestro personaje, sino de vuestra conciencia efímera. Por supuesto, esto tendrá unas traducciones a nivel de vuestro cuerpo, de vuestra vida, pero éstas serán un aligeramiento. No habrá ningún sufrimiento, ni ningún velo, sólo habrá la posibilidad de la Dicha. Lo veis, es simple. ¿Pero sois capaces de aceptar? Como acepté de hecho, en mi última encarnación, que me envenenaran con radiaciones. Hubiese podido muy bien no acostarme en esa cama. Lo acepté. Si supieran la dicha que fue.

Así es el final. El final es Libertad, la muerte es el verdadero comienzo. Aquí, estáis muertos, totalmente muertos. Estáis amputados, no del 10%, sino del 90% de lo que Sois. Estamos encerrados en unas formas. No podemos escapar a esta forma como en los mundos libres, estamos obligados a jugar el juego sin comprender nada, aplicando las leyes de este mundo y las falsas leyes de la espiritualidad. ¿Sois la Vida? ¿Queréis ser la Vida? Entonces, olvídense. Acepten y veréis. Me encargaré del servicio pos-venta, si tenemos la oportunidad.

Pero como decía vuestro amigo Bidi, y el mío también, es muy simple, no sois esta persona. No jueguen el juego de la persona, juegan el juego de la Eternidad. Es por eso que cuando vivía, que recreaba siempre ceremonias, para romper la rutina. Yo era, como decís... de hecho los Ancianos me llaman así, el excéntrico. ¿Cuál es el mejor modo de romper los códigos del encierro que de ser excéntrico, de no seguir la moda, de no seguir a su vecino, de no seguir a nadie? Dejarse llevar por la Vida no quiere decir no ser responsable, sino justamente, ser totalmente responsable. Porque en la responsabilidad, donde interiormente no hay ninguna regla, donde no hay ninguna costumbre, estáis disponibles. Habéis aceptado. La Dicha sólo puede salir de ahí. Todas las demás alegrías, y vuestras experiencias os lo han mostrado, no duran. Un día estáis felices, experimentáis la Gracia, y luego un día desaparece.

Cuando estaba encarnado, dije que nada podía estar fijado, todo debe cambiar, todo es cambio, todo es movimiento. Pero para vivir este movimiento perfecto de la Vida, hay que estar inmóviles en el seno de la persona, no tener ningún proyecto. Por supuesto que podéis tener un proyecto, pero, establezcan vuestro proyecto, vuestra cita, y olviden-lo. No fijéis vuestra conciencia en un objetivo. Para un objetivo material, sí, para vuestras vacaciones, para vuestros estudios, para lo que queráis, pero no para lo que Sois, si no, estaréis sometidos a lo que habéis creado.

En la hora que la co-creación consciente del Femenino sagrado se expresa cada vez más, ahora que la Verdad estalla ante vuestros ojos, para vosotros como para cada uno, retengan que lo más sabio y lo más simple es de aceptar. Entonces por supuesto, cada uno es diferente frente a lo que se celebra, y de hecho, ha sido perfectamente explicado, hay tres sendas. Son sendas provisionales, son caminos que tomáis desde un punto hasta otro, que es el punto que va desde hoy o los días que acaban de transcurrir hasta finales de vuestro mes de julio.

Aceptar, es la mejor cosa que podéis decidir para vivir la Libertad. Una vez más, aceptar no quiere decir descuidar las necesidades cualesquiera que sean, sino de tomarlas con ligereza, y permite realmente replantear este instante presente, el Aquí y Ahora.

No olvidéis de pasar buenos momentos con vuestra persona. Esos buenos momentos no son necesariamente placeres. Tomad tiempo sobre todo para no hacer nada, para ser perezosos. No para meditar o alinearos, aunque todavía sea útil, si puedo decir, pero la cosa más útil hoy, es la pereza. Ah, por supuesto, a algunos les chocarán estas palabras. ¡Qué falta de responsabilidad! Pues no, ser perezoso es la más grande de las responsabilidades. Ser perezoso no quiere decir ser ocioso. Ser perezoso quiere decir simplemente estar en Aquí y Ahora. Porque en definitiva no hay nada que hacer, lo que sois ya es perfecto. Es vuestra persona que es imperfecta. ¿Entonces, queréis mejorar vuestra persona, vuestra historia, vuestro personaje, o estar Vivo, vivir la Vida en vez de vuestra vida, que proporciona todas las satisfacciones mucho más que todo lo que podéis conquistar en este mundo? Comprobadlo.

Todo es divertimiento, todo es juego, incluso el sufrimiento. Por supuesto, desde el punto de vista de la persona, comprendo que podáis no estar de acuerdo, y es evidente, y no me esperaba que estuviesen de acuerdo en el seno de vuestra persona, pero vuestra Eternidad, ella, está de acuerdo. Entonces por supuesto, muchos de entre vosotros han pasado por desapariciones, por des-localizaciones, y ahora por la senda del velo, o por la del sufrimiento. ¿Acaso no estáis hartos de jugar al juego de este mundo?

Sabéis, soy un revolucionario. Y ahora que las condiciones son propicias, no contéis conmigo para hablaros de los Elementos que represento. He venido para inculcaros la sed de Libertad. ¿Queréis ser libres? No hay ninguna libertad posible en este mundo, lo sabéis. Estáis cada vez más encerrados, cada vez más controlados. ¿Dónde queréis escaparos? ¿En una cueva al otro extremo de una isla? No, escápense al interior vuestro, ya que todo está en vosotros. Comprobadlo, sed perezosos, aceptad. HIC y NUNC. Sed ligeros. Entonces por supuesto que hay unas obligaciones, pero nada os impide de ser ligeros. La obligación no os debe volver pesados. Estas obligaciones, además, lo veis, se vuelven cada vez más insignificantes. En todo caso, vosotros en Occidente, todavía tenéis de comer, todavía tenéis vuestra comodidad. Aprovechadla.

Sed perezosos, la aceptación vendrá sola. Ocupaos de lo que hay por hacer, pero incluso ocupándose, no sean serios. Sed ligeros y alegres, aunque las circunstancias no sean para nada alegres – y sobre todo si no son alegres. Porque si os negáis, quiere decir que negáis la Vida. Daos cuenta, habláis de Amor, vibráis, y luego algunos de vosotros rechazan su vida porque esperan el final, porque tienen miedo del mañana, porque tienen preocupaciones con su pareja, porque tienen preocupaciones con sus hijos. Sed ligeros, no hay otra posibilidad que la ligereza. O bien sois densos, o bien sois ligeros. O bien vuestra alma existe y os atraerá cada vez más hacia la materia, o bien se ha volteado y os aligera cada vez más. Es un mecanismo puramente mecánico. No es cuántico, no es conciencia, es la verdad.

Y además, aquellos que son dichosos, lo veis, se vuelven ligeros. Son ligeros, despreocupados, aunque tengan, y sobre todo si tenéis problemas que solucionar. La despreocupación permite de solucionar las preocupaciones. Esta despreocupación, es la aceptación, es el Aquí y Ahora, no hay otra libertad. Si pretendéis y pretextáis querer ser libres con el final del mundo, os equivocáis muchísimo. Estaréis liberados, es seguro. Es un hecho y una certeza, pero os recuerdo que hay de todos modos algunos momentos difíciles que pasar. Entonces sed ligeros ahora que los trastornos aún no están, o que sólo conciernen a vuestra persona, vuestro cuerpo, vuestra vida. Sed la Vida, totalmente e íntegramente, sin escrúpulos, sin remordimientos. Aligeraos. Aligerar no quiere decir separarse de lo que os pesa, que sea un marido o la esposa más odiosa que sea, que sea un niño muy difícil, que sea una condición social terrible o la más cómoda que sea; no cambia nada.

Y además, lo observáis por vosotros mismos, cuanto más poseéis, cuanto más tenéis riquezas, más sois pesados, aunque seáis ligeros, porque hay obligación de administrar, de decidir, de elegir. Dichosos los simples de espíritu, quizá lo habéis olvidado. Dichosos los niños, porque el Reino de los Cielos os pertenece.

Entonces os diré, el mejor consejo respecto a eso, no es una técnica, es simplemente de ocuparos de vosotros. Pero de vosotros, no en la persona, sino de regar vuestro jardín interior, de bailar la Vida. No podéis aligerar lo que es pesado, sólo podéis ponerle dulzura y ligereza, y la pesadez desaparecerá por sí sola. No imaginen que hay una escalera que va de la pesadez a la ligereza, o es uno o el otro, y lo sabéis, y será cada vez más así – y ya es cada vez más así. Es la ley del todo o nada, el Amor o el miedo, el Amor o el sufrimiento, la ligereza o la pesadez, la enfermedad o el bienestar, los velos o la claridad. Podría seguir así hasta el infinito.

Veis, ahora no hace falta ningún concepto, ni ninguna Puerta, ni ninguna Estrella, ni de Ancianos, ni de mí, ni de lo que sea. Acéptadlo y averiguadlo por vosotros mismos. La Vida os es ofrecida en abundancia. Y si creéis que la vida se limita entre un nacimiento y una muerte, y entre muertes y renacimientos, entonces si os debéis de preocupar porque todo eso va a desaparecer, y la Libertad os puede asustar. Es además por eso que sois rígidos, que tenéis tantas costumbres, porque en definitiva, tenéis miedo a la Libertad. Entended eso, no hay otro obstáculo.

El miedo o el Amor, decía nuestro Comendador. Yo os digo, la densidad o la ligereza; os digo, la Dicha o el sufrimiento.

La Verdad es alegre, y es una buena noticia. No sois lo que vivís, y eso lo sabéis cada vez más, sea cual sea el acercamiento que habéis vivido. Entonces, ¿qué es lo que os falta si tenéis los velos? ¿Qué es lo que os falta si estáis sufriendo? Entonces, esta Vía de la Infancia, la espontaneidad. Es decir que de alguna manera sois demasiado reflexivos, pensáis demasiado en vuestra historia, la vuestra o la del fin de los tiempos, pensáis demasiado en vuestro pasado, pensáis demasiado en lo que piensan los demás. No pensáis bastante en vosotros. Sean egoístas. No en el seno de la persona, sino en vuestro Corazón, con este egoísmo que da el Corazón a todo el mundo como el más valioso de los tesoros que nunca se seca. Ahí está la danza de la Vida. Todo lo demás sigue, sin ningún problema. Si estáis en la falta, ya no viviréis la falta, si estáis demasiado densos, estaréis menos densos, pero no tenéis a decidir nada más.
Sed la Vida y el resto seguirá. Veis, no tengo, en cuanto a mí, a deciros de poner vuestras manos en tal sitio o de hacer tal cosa, os pido de ser perezosos. Sean muy perezosos y seréis ligeros, porque estaréis necesariamente en el Aquí y el Ahora. Y de hecho ya lo constatáis sin daros cuenta. El tiempo pasa cada vez más rápidamente, tan rápidamente que no sabríais como contar los minutos, las horas. Una hora pasa en un minuto. Es una realidad de la conciencia, no del reloj, y sin embargo es lo que vivís. Es decir que el tiempo ya no quiere decir nada. Quiere decir algo por supuesto para la organización. Cuando vais a tomar un tren, no se trata de decir – si tenéis que tomar un tren a las 19h, y estáis atrasados –, de decir que no es grave. Habéis perdido el tren. Pero si no queréis perder la Eternidad, lo que es imposible además, hay que ser perezosos. Trabajar siendo perezoso no quiere decir necesariamente hacer lo menos posible, sino considerar eso como un juego y no como una obligación.

La Luz os propone ahora de descondicionaros de todo lo que no es verdadero: vuestra persona, por supuesto, vuestras costumbres, vuestras vidas pasadas, y el futuro. Si esperáis el final de los tiempos para vivir la Vida, vais a afrontar vuestra propia dureza hacia vosotros mismos, vuestros propios marcos de referencia, vuestra propia rigidez. Y sois rígidos en cuanto seguís un protocolo, un ritual, un horario, unos convenios sean cuales sean. Por supuesto, es necesario para la organización de la vida en este mundo ¿pero estáis seguros de estar todavía en este mundo? Lo veis bien. Por supuesto que tenéis tareas que hacer, hijos que educar, familias que alimentar. ¿Pero, acaso lo veis? ¿Veis al personaje que se agita? Esto, es el testigo, el observador. Todos lo veis en diferentes grados.

Pero en cambio no veis lo que es para vosotros tan normal, lo que consideráis como adquirido, y eso concierne esencialmente a la noción de tiempo, de horarios, de ritos que os imponéis inútilmente, porque cualquier rito encierra. Entonces por supuesto, hay ritos que os fueron propuestos, que eran, y la prueba está ahí, lo habéis vivido, que os iban a acercar a esta Libertad. Pero sabéis que sólo vosotros mismos podéis ser Libres. Y no dependéis de ninguna circunstancia, de ningún hándicap, de ningún futuro y de ningún pasado para eso. Porque si dependéis de algún pasado o de una anticipación de un futuro, aunque fuese el más feliz o el más detestable, corréis detrás de la Libertad, y corréis al exterior vuestro. Estáis en el alboroto y el movimiento, que no es una danza, que sólo es la necesidad de costumbres y de certezas. Pero sabéis muy bien que el Amor no es ni una certeza ni nada que pueda ser vivido en este mundo.

Oh sí! podéis vivir el amor romántico, el amor sentimental, hacer el amor. Son unos paliativos, unos sucedáneos, que no tienen ninguna realidad porque, lo sabéis bien, todos los amores pasan, o bien por la muerte, o bien por el divorcio, o bien porque los hijos se van, o bien porque estáis jubilados y el amor a vuestra profesión se ve obligado a apagarse. Pero el Amor que está en vosotros, que sois, no puede apagarse. ¿Entonces, a qué esperáis para alimentaros de lo que Sois? Es igual para la Luz. Muchos Ancianos os han dicho y repetido permanentemente que todo estaba en vuestro interior. No requiere ningún conocimiento, se os ha explicado ampliamente también. No requiere ningún modelo, no requiere ninguna tradición, ni requiere antecedentes. Ni siquiera requiere de ejemplos, ni de maestros y aún menos de los viejos mendrugos que somos.

Necesitáis ser vosotros-mismos. Todo lo que os hemos propuesto, bueno yo no, era destinado a encontraros a vosotros-mismos y a haceros entender, diría yo, una forma de autosuficiencia de la Luz. Y además entre vosotros, algunos viven la senda de la Dicha y ven por ellos-mismos que ninguna costumbre puede aguantar, que sea del sueño, de los alimentos, del humor. Aquel que pretende estar en el Amor y estar todo el tiempo y permanentemente con el mismo humor no es verdadero. Hace trampas, ya que la vida es movimiento, puesto que la vida es danza. Sin embargo, ya no podéis engañar, aunque esté ligado a algo que es inconsciente y simplemente ligado a una costumbre, porque la llamada al orden de la Luz, lo vivís, es cada vez más sensible. No es la Luz la que hace esto, es vuestro no-reconocimiento de la Luz.

Ya no tenéis nada que ocultar. Dejad emerger, adentro de vosotros como afuera de vosotros, la Verdad que sois, sin prejuicios, sin pensar, con la más grande de las espontaneidades, y constataréis muy rápidamente, durante este mes de julio, que todo se resuelve. Ah, a veces puede resolverse por la muerte de la persona. Sí, si habéis elegido la senda del sufrimiento. ¿Qué importancia para la Eternidad que sois? Ah por supuesto, es muy importante para la sociedad, de no morir, de vivir lo más viejo posible, de tener una vida satisfactoria ¿pero qué sabéis de la verdad del otro lado, si no habéis estado allí? ¿Por qué creéis que muchas de las hermanas Estrellas que os han explicado su camino, han tenido esas vidas de sacrificio total casándose con el Cristo? ¿Creéis que esas hermanas eran masoquistas? ¿O que se equivocaban? Tenéis bastantes testimonios, en Occidente como en Oriente, de unos seres que eran la bondad misma, la Felicidad, la Libertad.

¿Qué asuntos queréis llevar? ¿Cuáles son vuestros objetivos, ahí, en este instante, ahora mismo? ¿Acaso este objetivo, lo contempláis como algo que hay que adquirir, conquistar, o es que aceptáis de soltarlo todo en el instante presente y ver lo que sucede? Si no pasa nada, es que no habéis soltado, es una coartada. Porque os garantizo que hoy, y cuanto más los días pasen, que sea con las Teofanías, que sea con los acontecimientos que se celebran sobre la tierra o en el cielo, no tendréis otra oportunidad que de soltarlo todo, vuestras creencias y certezas. Una vez más, no he dicho que había que distribuir vuestro dinero, o de separarse de quien sea.

En el Amor no tenéis nada a resolver, en la persona tenéis cosas a resolver permanentemente. Y si tenéis cosas por resolver ¿eso qué quiere decir? Quiere decir que todavía hay una persona que está ahí. El verdadero Liberado, aunque sabe que tiene que ocuparse de su vehículo, puede perfectamente aceptar la muerte y el sufrimiento, porque no sufre. Sabe que hay sufrimiento pero no sufre. Entonces cuando hay velos, es profundamente diferente porque ahí, es una ocultación de la conciencia. Quiere decir que tenéis tantas costumbres espirituales que es imposible separaros de ellas. Estáis atados a vuestras certezas intelectuales y a vuestras experiencias, en el karma, en vuestras visiones futuras, a vuestros protocolos, a vuestros ejercicios. Estáis atados espiritualmente.

Sois Luz, pero no podéis estar atados y ser Luz. Si estáis atados, eso quiere decir que tomáis vuestro alimento de Luz, en otra parte que en vosotros, y que todavía estáis en el juego de las apariencias, esta vez espirituales. Entiendan bien que no podéis vivir el Amor en el sufrimiento. La senda del sufrimiento os pone justamente frente a ese desconocido, cuando el sufrimiento es tal que sólo el Amor puede reemplazar el sufrimiento. Es la resiliencia. A nivel espiritual, es la misma palabra. Pero no lo veis, sobre todo si sufrís. Os aferráis a algo, si no es a vuestra persona, es a la Luz. Pero no os podéis aferrar a lo que sois, véanlo. Y si sufrís, todo viene de ahí.

Quizás tengáis buen Corazón, y habéis vivido la Gracia, y las vibraciones, estáis Liberados. ¿Y sin embargo qué sucede? No habéis visto la Vida, y en alguna parte rechazáis la Vida, aunque ya no estéis en este mundo y que hayáis hecho todo para no depender más de este mundo, de no tener más obligaciones, familiares, profesionales, y constatáis que los hermanos y hermanas están siempre tristes, siempre tan enfermos. No han aceptado la Vida. Han creado las condiciones exteriores propicias, como se ha dicho durante las Bodas Celestiales, pero ya no estáis en esa época.

El marcador indeleble de la Verdad, es la Dicha, y el instante presente, y la aceptación. Si no, es que sois falsos y estáis equivocados, aunque vibréis. Entonces por supuesto, en el momento tan temido o tan esperado, seréis Libres, es una certeza. ¿Pero qué queréis atravesar entre ahora y ese acontecimiento cuya fecha nadie conoce? ¿Queréis vivir la Vida para ver que la Vida ilumina vuestra vida, o queréis, con vuestra vida, conquistar la Vida? Es profundamente diferente. En un caso, hay movimiento, en otro caso, hay sufrimiento, en el otro caso, sólo hay la Felicidad y la beatitud, pase lo que pase, haga lo que haga vuestro marido, vuestro hijo, lo que hagan los impuestos, haga lo que haga vuestro cuerpo.

El sufrimiento no es un castigo de la Luz, es el resultado de vuestras resistencias. No olvidéis que en este mundo, todo está totalmente invertido, incluso lo que nombráis el karma. Quiere decir, si os interesa, que siempre vais a elegir a un pariente que os ha matado. Sin embargo es él quien tiene el karma, pero el Amor hace que sois vosotros quienes os encarnáis para permitirle resolverlo. Eso, son los Arcontes que os han convencido de eso.

Sois tan sensibles a la forma, a las apariencias, a la comodidad. ¿Hay alguna Libertad ahí? ¿Hay alguna Dicha ahí? La única Dicha, es el Corazón. No depende de ninguna circunstancia de este mundo, porque si dependiera de alguna circunstancia de este mundo o de vuestra vida, no sería la Verdad. Sería todavía una ilusión y algo desviado y falsificado. La Dicha del Corazón no se conquista, se vive, por la aceptación, por el instante presente, todo lo que os ha sido dado y explicado con palabras, que son unas palabras simples, aunque se hayan expresadas en lenguas más sagradas, por así decirlo. No tiene ninguna importancia.

Cuanto más sois espontáneos, más acogéis la Vida, y más sois verdaderos, independientemente de lo que haya por resolver – o apariencia a resolver, porque no sois quienes resolvéis. Cuando estáis en el Corazón, es la Dicha la que resuelve, realmente y concretamente, porque si sois realmente dichosos, si aceptáis plenamente la Vida, estáis Vivos y ya no sois vuestra vida. Es una gran diferencia de vivencia . Entonces no os engañéis a vosotros mismos. Aunque hayáis vivido la Onda de Vida, aunque hayáis vivido el Fuego del Corazón, el Fuego Ígneo, en todas partes, vean vuestra vida y vean vuestra Dicha.

El problema, es que si rechazáis algo de este mundo, lo excluís. Ya no está en vosotros y entonces la Dicha no puede estar ahí. No podéis excluir nada, ni al diablo, ni a Dios, ni vuestro peor enemigo, porque si Judas no hubiese existido, Jesús no hubiese muerto en la cruz, y resucitado. Entonces veis bien que Judas es tan importante como Juan, incluso más importante. Tenía un papel muy agudo, el de traicionar. Entonces por supuesto, con el punto de vista de la persona, vais a decirme: «es dramático». Os diré que no conocéis nada de la Verdad. Vuestro peor enemigo es vuestra mejor ayuda, y si rechazáis algo, no podéis ser la Vida, os quedáis en vuestra vida, que no es Amor.

Aunque estéis satisfechos a todos los niveles, os falta algo y esa falta, son resistencias, esta falta, son unos velos. Es eso lo que hace daño, es eso lo que os priva de la Dicha. Comprendan eso y sobre todo no lo aceptéis. Demostradlo a vosotros mismos. No pidáis nada a la Luz, es lo que sois. Sed en la aceptación y la Luz se encargará, más allá del menor deseo que podáis tener, de todo lo que es necesario para manteneros en la Dicha. Por supuesto, la persona no puede estar contenta cuando se trata de algunas privaciones, pero vean más allá de la satisfacción inmediata.

Entonces por supuesto, el Comendador ha hablado del Amor o el miedo. Yo, os digo la Vida o el sufrimiento. No es la bolsa o la vida. Devolved todo lo que es ilusorio, todo lo que sólo pasa, devolvedlo a la Vida. ¿Cómo mostráis vuestra confianza de otro modo – en la Eternidad, no en esta vida? Pero me vais a decir que en este mundo, necesitáis ser eso u otro, tenéis algunas obligaciones, tenéis algunas cargas, tenéis algunas cosas que pagar. Si me decís esto, es que no habéis entendido nada y que vuestro ego hace todo para impediros de ver la Vida. Que lo queráis o no, es la verdad. ¿A qué dais peso? ¿A qué dais vida? ¿Qué es lo que creáis? No podéis acusar a nadie, aunque haya una anomalía al principio que es el encierro. Pero incluso en el seno de este mundo donde prevalece el libre albedrío y la acción-reacción ¿queréis estar en la acción-reacción o queréis ser la Vida?

La Luz va a volverse cada vez más insistente, porque esta cada vez más presente y alumbra cada vez más vuestro personaje de pacotilla, que sólo pasa. Vosotros, nunca pasaréis. Vuestro marido, vuestra esposa, vuestros hijos, vuestro trabajo, pasarán. Vuestra vida pasará, y ahora pasa muy rápidamente. Lo veis, va muy rápido, entonces no perdáis el tiempo, tenéis la Eternidad para eso, pero sean lo que Sois y seréis la danza de la Vida.

El observador, el testigo, como ha sido llamado, será magnificado y veréis la Verdad. La viviréis además, porque ya no seréis vuestra vida sino la Vida. No hay otro modo ni otra condición para vivir la Dicha. De hecho lo veis. Tenéis algunos hermanos y hermanas que han vivido todas las vibraciones, las Coronas, el encendido de las Puertas, la Onda de Vida, hasta arriba. No son dichosos. ¿Por qué no son felices? Pero, porque no han entendido que eran la Vida, y que en alguna parte, hay hábitos, unos comportamientos que hacen que estén en el rechazo. Pero si sois la Vida, no podéis rechazar nada, y sobre todo no la experiencia que vivís en el seno de este mundo, aunque sea falsa. Porque siempre sois la Vida, incluso aquí, aunque lo hayáis olvidado, aunque no lo veáis. Porque si no hay Vida, no podríais vivir ninguna vida, ni experimentar nada.

Entonces dejad crecer la Dicha, al niño interior, dejen crecer y florecer la Vida.

Y cuando Bidi hablaba de punto de vista, es exactamente eso. ¿Cuál es el punto de vista que tenéis de vuestra vida, de la Vida, de vuestros sufrimientos, de vuestros dolores y vuestras emociones? ¿Acaso sentís que esto desencadena unas emociones, unas distorsiones? ¿o bien os sentís ligeros? Seréis ligeros sólo cuando dejéis de ser vuestra vida – y cuando hayáis aceptado vuestra vida, viendo que no sois vuestra vida. No podéis rechazar nada de la vida, si no, no estáis en la Vida y estáis en la persona.

Entonces, ahora que la Dicha invade numerosos hermanos y hermanas cada vez más a vuestro alrededor ¿por qué seguís resistiendo, sufriendo, teniendo velos? Tal vez lo tengáis con vuestro marido, vuestra esposa, vuestros hijos, vuestros amigos, vuestros hermanos y hermanas espirituales, en vuestra familia. ¿Qué es lo que os impide de ser iguales? Ninguna condición de este mundo os lo puede impedir, ni la enfermedad de vuestro cuerpo, ni vuestro problema psicológico, ni la falta, ni la plenitud. No hay ningún obstáculo. Todos los obstáculos están creados ahora por los automatismos, y por vuestras adhesiones espirituales a las leyes de este mundo. No hay nada más. No hay nada a pagar, sólo está la Gracia. Entonces si no estáis en estado de Gracia, eso quiere decir que no sois verdaderos.

Las Teofanías, las pasadas como las que vienen, os han permitido, para muchos, descubrir al observador y entender que no erais lo que vivía en el seno de lo efímero. ¿Entonces por supuesto, muchos de entre vosotros qué han hecho? Han intentado convencer al otro y compartir lo que vivíais, y os han mandado a pasear, es inevitable. Aquellos que no en la Vida, que sólo viven su vida, no pueden vivir la Vida. Es imposible. Y es igual para vosotros. Y cuando vivís la Vida, sois confiados. Ni siquiera es fe, es una certeza inquebrantable, pase lo que pase en vuestras vidas. Ya habéis pasado a la Eternidad. Es el camino que os han mostrado las hermanas Estrellas, es el camino que han vivido algunos Ancianos, es el camino que he vivido.

Esto no está en ningún libro. Ni necesita algún antecedente ni de ninguna condición previa. Eso sólo necesita de vosotros, pero no en vuestra vida, no en vuestra persona, vosotros en la Vida, en el Amor, en la espontaneidad, en la Infancia, en la aceptación del Aquí y Ahora. Porque no podéis saber que cuando os ocurre algo, aunque encontraseis la causalidad en este mundo o en otras vidas, no podéis saber la Verdad si adherís a eso. Aunque eso funcione, incluso si es lógico.

El Amor no tiene ninguna lógica. El Amor es Inteligencia y la Inteligencia es Libertad. Es la conexión, es la espontaneidad, es la co-creación consciente, es el Verbo, es el Amor. En fin, es la Vida, pero no es en absoluto vuestra vida.

¿Entonces, sois portadores de la Dicha? ¿Habéis decidido ser dichosos? Es una decisión muy simple, pero que es tan molesta y difícil a ver para el ego, para la persona. Es de hecho por eso que muchos Ancianos, Estrellas, Arcángeles os han hablado de esta Dicha en lugar de la vibración ahora. Porque algunos se aferran a sus vibraciones. Están un poco atados a la vibración, en vez de la Vida. Ha llegado el momento ahora de soltar la conciencia misma y de no preocuparos de las vibraciones que percibís, sentís, que vivís o no. No lloréis si no las vivís, no os vanagloriéis de ello si las vivís, porque si estáis ocupados a estar afligidos por no vivirlo, u ocupados en vibrar, no podéis ser la Vida, porque habéis excluido todo lo demás.

Tened el Corazón de un niño. Sed disponibles para el juego de la Vida, independientemente de lo que la Vida os haga vivir, y sobre todo si os parece injusto e injustificado. Acordaos que en la persona, hay estratagemas, hay circuitos de conciencia y de energía que están ahí para impediros ver la Verdad. Todo lo que aparece en la pantalla de vuestros ojos sólo está hecho para distraeros. Todos los miedos, todas las guerras sólo son unas distracciones para impediros ver la Verdad. Todos los placeres, incluso los más inauditos, que sea en el sexo, que sea en la satisfacción profesional, en el encuentro amoroso, todo esto está ahí sólo para ocultar lo esencial: la verdad de la Vida. Y todos hemos caído en eso, en vez de caer en el Corazón.

Aceptad. Como lo dijo el Arcángel Anaël, sed verdaderos y espontáneos. No  os hagáis ninguna pregunta. Sed totalmente presentes en el instante que esta por vivir, que sea a través del sentido corporal y sobre todo en la Dicha. No podéis decidir la Dicha, en todo caso esa Dicha; sólo podéis verla, constatarla, o no verla. Sólo podéis constatar las modificaciones que la Dicha produce. Entonces que la llaméis Paz, serenidad, éxtasis, íntasis, Shantinilaya, Morada de Paz suprema, el Sí, el Supra-mental. Olvidad las palabras, los conceptos, los conocimientos. Acoged, y sobre todo aceptad, y veréis.

Entonces traté de emplear palabras extremadamente simples y que giran siempre entorno a la misma cosa. Es adrede. Porque es evidente. Si no lo vivís, puede parecer muy complicado. Estáis sometidos a las influencias de este mundo, estáis sometidos al sufrimiento de vuestro cuerpo, estáis sometidos a la persona; no hay ningún espacio de Libertad ahí, aunque hagáis esfuerzos importantes. El Amor no es un esfuerzo, es un relajamiento, es la Vida. La Vida no personal, la Vida que no conoce ninguna historia, la Vida que no conoce ninguna dimensión, aunque ella pueda explorar todas las dimensiones, que no está atada a nada y que ama, en la Libertad. Daos cuenta el número de seres humanos, de hermanos y hermanas, incluso despiertos, que hablan de Amor y que son incapaces de amar.

De hecho empezamos a verlo. El Amor nunca es una posesión ni una predación, es la Libertad. Es hacer que el otro sea libre, totalmente libre.

Incluso de abofetearos, de irse. Si no, no amáis realmente, estáis en el apego. La Libertad, el Amor, es querer que el otro sea tan libre como vosotros, y si se quiere marchar, es su libertad. ¿En nombre de qué, vais a influir en la Libertad del otro? Recuerden, incluso sin predación, si priváis a alguien de la Libertad que es la suya, de pensar, de expresar algo, aunque esté equivocado y sobre todo si está equivocado, no podéis estar en la Vida, ni dichosos. Todavía estáis en el control, todavía estáis en los perjuicios, todavía estáis en las costumbres y en las moralidades.

Entonces "buscad el Reino de los Cielos que está adentro de vosotros" no quiere decir buscar, quiere decir estar ahí. No hay nada más a buscar, no hay ningún esfuerzo que hacer. Si tenéis la impresión de hacer un esfuerzo, es que no sois verdaderos. Ha sido explicado, la senda del sufrimiento, la senda de los velos, y al lado, la senda de la Dicha. Y eso depende, lo repito, de absolutamente nada del exterior como de vuestro cuerpo. No podéis generar la Dicha, esa Dicha. No podéis hacer trampas con eso. Al igual que no podíais hacer trampas con la vibración, existe o no existe. Igual para la Onda de Vida, ha sido vivida, o no se ha vivido.

Pero a nivel de la persona y de vuestra vida, nada puede ser simple, sobre todo que todo está alterado y además, todo es falso. ¿Cómo queréis que sea simple? Aunque estéis en la opulencia. Siempre hay algo a contestar, siempre hay algo a actuar, siempre hay algo a emprender, por hacer. Pues sean perezosos, realmente perezosos. Entonces la pereza, es otra palabra para desaparición. Simplemente, la diferencia, es que hace todavía algún tiempo, desaparecíais inopinadamente sin haber pedido nada. Hoy, no os pido desaparecer por vosotros mismos, sino de ser perezosos en el seno de la persona.

Y veréis que incluso si hay algún trabajo, se hará. Ya no estáis implicados. Es así como mostráis y demostráis la Dicha a vosotros mismos, no de otra manera. Podéis tener todos los conocimientos espirituales, conocer todos los textos, haber vivido todas las vibraciones y encontraros sin Dicha, y os preguntáis por qué, puesto que la vibración es conciencia, y la conciencia que se expande al Supra-mental, es la Dicha. Pues la prueba es que no. Todavía hay algunos entre vosotros que están tristes. Pero, porque estáis encerrados vosotros mismos, en vuestros preceptos, en vuestros conceptos y creencias, en vuestras ideas y costumbres, e ilusiones espirituales.

Entonces para mí, “aceptar” – y para vosotros averiguadlo –, es dejar que la Vida obre. Bailar la Vida, no es ir a gesticular en una pista de baile, cierto, es percibir el movimiento primordial de la Vida. Es el movimiento infinito del Corazón, la infinidad de las posibilidades de manifestación en la forma que sea. Y está también en este mundo, aunque sea falso. Porque sin el, no viviríais vuestra vida. Entonces, incluso este mundo encerrado y alterado es Vida, eso, no lo podéis negar.

Son las condiciones de la vida que no son justas, vuestras costumbres, la necesidad de prémunir, de tener un techo, una esposa, una profesión, una cuenta bancaria, una tarjeta de crédito, un medio de transporte, para obedecer a las leyes de este mundo, a la moral, a las reglas, a los afectos, a las moralidades como dije. ¿Pero, qué libertad hay ahí? Hay una satisfacción personal, es cierto ¿pero esta satisfacción personal qué es? Es ego, y nada más.

Mientras no os habéis entregados, que no habéis dado todo a la Luz, aunque tengáis toda la comodidad, no podéis ser libres, y sobre todo, no podéis ser dichosos, véanlo. Todos, lo vivís de diferentes maneras. Excepto los que realmente son dichosos, todos lo vivís en estos momentos. Os corresponde elegir la senda de la Dicha, entonces sean perezosos. No le deis vueltas a la cabeza, ni con el final del mundo, ni con vuestra opulencia o vuestra falta de dinero. Ni con nada, sobre todo a nivel espiritual.

Entonces dadle vueltas a la cabeza si queréis ver vuestro cuerpo sanado, sobre todo lo que se manifiesta ahora, a menos que tengáis unas enfermedades anteriores, sólo es la expresión de resistencias según los esquemas que fueron explicados durante estos últimos meses. Primero la pierna derecha, luego algunas Puertas, ahora las venas, los órganos de los sentidos. En la Dicha, no os falta nada aunque falte algo en vuestra vida, porque ya no sois vuestra vida, sois la Vida.

Esas son las palabras que quería pronunciaros, y que son tremendamente simples. No he hecho ningún gran discurso, tomé simplemente lo que venía espontáneamente por el Verbo y el Espíritu. Por supuesto, siempre está coloreado por lo que soy, y no lo que he vivido. Entonces esta coloración, por supuesto, vienen de los linajes, de los orígenes, de las costumbres espirituales, también esta vez.

Pero ésas no son nefastas, porque esas costumbres espirituales que habéis denominado orígenes estelares, linajes, se hacen en la Libertad, donde la pregunta acerca de la Libertad ni siquiera se hace, donde la noción de muerte no existe, ni de nacimiento, donde sólo hay la conciencia libre que experimenta, que juega.

Simplemente, lo habréis entendido, el juego en este mundo, mientras seáis vuestra vida, es un poco penoso, por no decir otra cosa, lo sabéis, y todos lo sabemos. Lo vivimos cada día cuando estamos encarnados, sea cual sea nuestro emplazamiento y nuestro punto de vista, hasta el momento en que nos volvamos la Vida, hasta el momento en el que hayamos aceptado, y estemos en el Aquí y el Ahora.

Entonces con estas buenas palabras, en todo caso lo espero, voy a desearos unos grandes accesos a la pereza, de aceptación, y sobre todo de Dicha. La Dicha, es el testigo de vuestra Libertad; si no sois dichosos, no sois libres, es así de simple. Sobre todo no se culpabilicen. Sean verdaderos y véanlo claramente, y sobre todo prueben-lo, experimenten lo que os dije. Os lo dije, me encargaré del servicio pos-venta. Porque estoy seguro de que lo que dije; sólo puede funcionar.

Soy Osho y permitidme de bendeciros en la danza de la Vida. En la danza del Corazón, y en la inmovilidad, y el Silencio. Es mi Teofanía personal con vosotros. Ella es infinita, y no depende ni de mí, ni de vosotros.

..Silencio…

Os bendigo, os amo, y sobre todo, sean vivos. Es un juego.

Hasta luego.